domingo, 30 de agosto de 2009

Ella se atrevió, ¿porqué yo no?


"La generosidad del estado que con el paso del tiempo produce personas acostumbradas a recibir en lugar de participar."

Denise Dreser

Quise empezar citando a esta frase que Denise Dresser utiliza en el discurso "De la sumisión a la participación ciudadana" porque cuando escuché sus palabras en clase me impactó muchísimo su fuerza, su determinación y el coraje con el que dice a la cara de todos los presentes lo que no le parece y lo que hay que cambiar. Y es que para ser honesta envidio su valor, porque yo soy conciente de que es necesario participar pero me cuesta trabajo, y mucho, romper con los esquemas dados y atraverme a hacerme escuchar.

De eso pude darme cuenta en una dinámica en la clase de responsabilidad social, donde hicimos un círculo e intencionalmente se nos excluyó a algunos, se dio una norma y había que obedercerla, yo quise obedecer y no me di cuenta de que por hacerlo estaba renunciando a mi derecho de participar. Fue necesario que tomara una decisión y que luchara contra mi vergüenza y los colores de mi rostro, me diera la vuelta y comenzara a hablar, porque aunque sabía lo que tenía que hacer no quería ser yo sobre quien recayeran las consecuencias de la prohibición. Fue con mucha pena, pero lo hice, y ahí entendí que también debo hacerlo en otros aspectos de mi vida, que si quiero ser un agente de cambio en mi comunidad es necesario que me atreva, que rompa reglas y que diga a la cara de los políticos que no me gusta lo que están haciendo; ser, como dice Fernando Savater en "Los caminos para la libertad" un "(...) ciudadano que a la vez inventa, revoca, participa en las leyes y sabe que a esas leyes hay que tomarlas en su momento como definitivas, pero a la vez como algo que puede modificarse por medio de acuerdos sucesivos (...)". Quiero conseguirlo y sé que ello implicará muchos cambios en mi vida, pero sigo convencida de mi deseo de ser un agente de cambio y espero rodearme de la gente capaz que pueda enseñarme todo lo que sea necesario que aprenda para alcanzar ese objetivo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Un cheque por diez millones... de días trabajados :-)

Cheques enormes con sumas enormes donadas a múltiples instituciones de beneficencia parece ser lo más común en la idea que se tiene hoy de responsabilidad social y no significa que no lo sea, pero ese concepto empresarial de grandes donaciones económicas parece estar bastante lejos de las posibilidades de muchos simples mortales como nosotros y es aquí donde me propongo reflexionar sobre el valor de las contribuciones no monetarias a las causas sociales.

Trataré de ilustrar mi punto con un ejemplo: hace poco, en clase de responsabilidad social vimos un capítulo de una serie llamada "The secret millionare" en el que un joven empresario decide hacer una donación, pero es su deseo involucrarse primero para decidir dónde su dinero sería más productivo. Así llega a un centro ubicado en una zona marginal en Londres en el que se pretende alejar a los jóvenes de las drogas y la delincuencia acercándolos a actividades de recreación sanas. Durante el tiempo que estuvo en el centro, sufrió un proceso de concientización muy crudo, en el que se da cuenta de la realidad que se vivía en esa comunidad, sin embargo creo que es más importante el proceso de sensibilización que sufre, ya que en ese tiempo comienza a darse cuenta de que no son tan importantes las sumas de dinero entregadas, sino el trabajo realizado y que más allá de que un proyecto sea muy ambicioso monetariamente, lo importante es el impacto conseguido en las personas.

Y es precisamente ése el punto que quisiera rescatar, ya que si bien, tal vez ninguno de nosotros podrá jamás hacer una donación de magnitudes millonarias (qué más quisiéramos!!!!), creo que la parte de lograr involucrarnos con la gente de un proyecto es la parte más gratificante y rica a la que tenemos acceso cuando realizamos este tipo de trabajo. Yo creo seriamente que en el trabajo social es indispensable sentirse parte de eso por lo que se trabaja (llámese una persona, una comunidad o un país), como un alimento constante que nos recuerda directo al corazón que nuestra labor tiene sentido.

miércoles, 26 de agosto de 2009

De qué hablamos cuando decimos ciudadanía y responsabilidad social???


Hablando sobre ciudadanía y responsabilidad social, cada uno podría dar su propia definición correcta de acuerdo a cómo ve las mismas, y todas las respuestas serían correctas. Aún así, haciendo un pequeño censo entre el equipo de la materia (que incluye a Mariano, Deladier, Karen y yo obviamente) me sorprendió que teníamos varias coincidencias en nuestra idea.

Sobre responsabilidad social hablamos mucho sobre que no bastaba con dar a la gente, si no que era cuestión de educar, de colaborar con los otros para que se valgan solos, de hacer lo que nos corresponde y de hacernos concientes de nuestra participación en esta realidad social que también nos pertenece y de generar ideas para cambiarla.

Sobre ciudadanía platicamos que lo principal era la participación, el hecho de no quedarnos conformes con las injusticias de las que somos testigos, sobre nuestro deber de integrarnos desde nuestra individualidad hacia la colectividad que son los otros, de compartir y de no conformarnos con estar bien sólo nosotros.

Esta clase de diálogos con los compañeros de clase son muy enriquecedores y muy buenos, espero seguir teniendo la oportunidad de seguir compratiendo con los otros mis ideas.

lunes, 24 de agosto de 2009

Aprender viviendo

"Aprender una cosa significa
entrar en contacto con un mundo del
cual no se tiene la menor idea."
Paulo Coelho

"-Responsabilidad social y ciudadanía, mmmmmm suena como a la Constitución-" . Fue eso lo primero que pensé cuando mi director me avisó que tomaría esa materia como parte de la perspectiva sociopolítica de mi escuela, entonces me imaginé leyendo otra vez la quinta disciplina, Martes con mi viejo profesor y otros tantos títulos que si bien son muy buenos e interesantes, estaban en mi biblioteca empolvándose junto con mis intenciones severas de algún día cambiar al mundo.
Entonces leí el programa de la materia y me di cuenta de que sería todo menos teórica. -¡Estoy lista para la acción!- me dije, y ahora sí quiero comprometerme con algo, o con alguien, para que aquellas palabras se lleven a la praxis. Así que mejor me dejo de discursos y me pongo a pensar qué voy a hacer, cómo me voy a involucrar, cuándo y dónde cambiaré realidades... y veremos que resulta después.

Bitzy araña subió su telaraña



Ciudadanos todos después de los 18 años, al menos eso contempla la Constitución Política de nuestro país. Nacen de la misma legislación una serie de derechos que contemplan los beneficios de ser un ciudadano mexicano; sin embargo, no hace el énfasis propio que requiere el referente en cuanto a sus obligaciones.
Es aquí donde entra la parte que requiere ser educada en los individuos, y es que es necesario hacernos concientes de que vivimos en una sociedad que por su constitución se asemeja mucho a una telaraña: elementos inegablemente ligados entre sí, en los que un impulso tarde o temprano se convertirá en una onda que se expanderá a lo largo de la red.
Así que no podemos excluirnos de nuestro impacto en el mundo, ya que cada hilo que jalemos moverá como consecuencia otros tantos, pero también otro hilo que no sujetemos hace que nuestra telaraña sea más débil y no pueda sostener nada. Y es justo aquí donde entra la reflexión sobre TODO lo que dejamos de hacer por los otros, pecado de omisión diría un religioso, pero más bien creo que es pecado de inconciencia, de no saber de mi conexión con el otro, de moverme sin reflexionar el impacto; así que nuestra primera tarea consiste en pensar, en no actuar ni decidir sin más, sino haciéndonos a la idea de que esto que haga puede afectar a este o a aquel individuo.

Words of wisdom...

"Cada hombre que se acerca más a si mismo, en alguna forma, se acerca mayormente a los demas."
Leo Buscaglia