Este tiempo se acabó…

Más rápido de lo que tenía yo pensado, se nos fue el semestre. Todavía recuerdo mi primer clase, la primer entrada al blog (algo nuevo que nunca había hecho y que resultó ser muy productivo), la primera trampa de Luis, la primera sesión con los niños, y todo lo demás, y me parece que he vivido mucho en un solo semestre.
Durante este último periodo parcial seguí aprendiendo, principalmente en las historias de Anuta y Pascua, las cuales me hicieron pensar mucho sobre la finitud de nuestros recursos y de cómo los estamos aprovechando, porque sin darnos cuenta nos estamos colocando a nosotros mismos en la cuerda floja del agotamiento de los recursos naturales, y con ello estamos condenando a la civilización entera a desaparecer, tal como desaparecieron los habitantes de Pascua. Ahora estoy convencida de que no quiero seguir construyendo monumentos a la estupidez y que debo ser más cuidadosa en la forma en que ocupo los recursos naturales, antes si lo pensaba, pero ahora lo estoy llevando a la acción.
La dinámica de los robots me permitió conocer la visión del líder, saber de forma vivencial lo difícil que es guiar a otras personas (u organizaciones) hacia determinados caminos, no sólo porque cada una tiene su ritmo, sino también porque cada una tiene sus propias necesidades y su única forma de interpretar las instrucciones o de aprovechar los recursos que se le están dando. Creo que la próxima vez que me toque participar en un equipo, ya sea como líder o como liderada, tendré todo esto muy en cuenta para entender un poco mejor la situación y poder actuar en consecuencia.
Los cambios que he realizado en mi vida han sido muchos, creo que ahora soy una persona muchísimo más consciente de la realidad social. Al principio del curso, yo “quería” trabajar con la comunidad, pero siempre había algo que me lo impedía y por más que me “esforzaba” no conseguía firmar mi compromiso para ayudar de forma concreta, y ahora ya no es tanto así, creo que estoy un poco más comprometida con la acción social, y un ejemplo de ello es que me animé a asumir la responsabilidad dentro de SIFE de ser la líder de un proyecto en el que creo realmente, y que espero llevar a cabo con mucho éxito. Debo admitir que el que yo me haya comprometido con esto no hubiera sido posible sino hubiese vivido este proceso de concientización a lo largo del semestre ya que yo lo dejaba todo en las palabras y concretizaba muy pero muy poco en las verdaderas acciones de responsabilidad social. Ahora me siento una ciudadana de la que el país espera mucho, y tengo el firme convencimiento de que le puedo dar a mi país mucho trabajo y mucho amor si me lo propongo.
Gracias a este curso, yo me convencí de que me gustaría ser un emprendedor social y dedicar parte de mi trabajo, mis conocimientos y mi tiempo a procurar que este sea un mejor lugar para todos.
También me siento más segura que al inicio del taller, tal vez un poquito más rebelde contra el sistema (tal vez no tanto como yo quisiera pero sí), más activa, más participativa y mucho más orgullosa y plena porque sé que a partir de ahora los cambios se empezarán a generar desde dentro de mí hacia afuera y que las ACCIONES van a servir mucho más que las palabras. Creo que ahora soy una mejor persona porque lo que aprendí no me lo grabé en la cabeza (bueno unas cosas sí), sino en el corazón.
Lo que para mí fue más significativo del curso fueron varias dinámicas y videos que la verdad me llagaron mucho al corazón por cada una de sus palabras, por ejemplo, el juego de las fichas no lo voy a olvidar nunca porque cambió radicalmente mi manera de concebir el mundo, el video del circo de la mariposa porque muchas de las frases que ahí se dicen me hicieron pensar sobre mi realidad y cuestionarla duramente, los videos del Home, el mundo en miniatura y la historia de las cosas son de los que espero no olvidar nunca, porque te hacen hacer conciencia de una forma que no puedes olvidar con facilidad, así, sin salir de la parte de los videos, no quiero olvidar el de Denise Dresser, la fuerza que esta mujer proyecta en sus palabras, su valor y su convicción por cambiar a México me deja pensando en lo que yo estoy haciendo al tiempo que me invita a insistir (desde cualquier parte de la cadena a la que pertenezca) para hacer de ésta una sociedad más justa.
Otra cosa que fue muy significativa fue en definitiva el proyecto, porque una cosa es decir las cosas y otra muy diferente es hacerlas, y este proyecto te da la oportunidad de realmente insertarte en la comunidad, de salir de tu idea del mundo y ver la de los otros, de aprender de las personas a las que se supone que les ibas a enseñar, de sensibilizarte y de volverte un poco menos egoísta.
Mis sugerencias para este curso no son muchas, la verdad es que me gusta la dinámica del taller, que sea así vivencial y que el proyecto final sea algo que se tenga que realizar, algo que se pueda aprender ensuciándose las manos en el trabajo comunitario. Yo pediría un pequeño cambio sobre las lecturas y es que de pronto era difícil retener las ideas, yo sugeriría que se hicieran varias dinámicas para favorecer el aprendizaje de las mismas, como discusiones en Blackboard o en la clase, resúmenes o mapas mentales, etc. También, y eso puede parecer una idea loca, yo propongo que en lugar de un solo proyecto final, desde el primer parcial se realicen mini proyectos relacionados con los temas que se ven en el módulo, eso nos acercaría de igual forma a la comunidad, pero lo haría con múltiples experiencias distintas.
En general esta ha sido una de mis mejores materias de la carrera, y no sólo porque Luis Gerardo me cae muy bien porque admiro mucho su compromiso social, también porque ha hecho cambios significativos en mi modo de ver el mundo y a partir de la misma he decidido emprender una serie de acciones que estoy segura de que cambiarán mi vida.